lunes, 22 de marzo de 2010

ARTE NAZARÍ: LA ALHAMBRA.

La Alhambra es una ciudad palatina andalusí situada en Granada. Se trata de un rico complejo palaciego y fortaleza (alcazar) que alojaba al monarca y a la corte del Reino de Granada nazarí.
Su verdadero atractivo, como en otras obras musulmanas de la época, no solo radica en los interiores, cuya decoración está entre las cumbres del arte andalusí, sino también en su localización y adaptación, generando un paisaje nuevo pero totalmente integrado con la naturaleza preexistente. La descomposición del Reino Almohade permite la rápida conquista de Al-Ándalus por los reyes cristianos, produciéndose una nueva fragmentación política en nuevos reinos Taifas, que serán la resistencia de los cristianos. El más importante y consolidado fue el sultanato nazarí de Granada, último reducto árabe en la península.
Los nazaríes por un lado tienen la presión cristiana de la península Ibérica y por otro la influencia de los reinos del norte de África, de cuya mezcla proviene el arte nazarí. Edificarán el conjunto de la Alhambra, según modelos arquitectónicos hispanomusulmanes, pero superándolos con creces.

Las características de la arquitectura nazarí y de la Alhambra son los muros exteriores sobrios en piedra y argamasa con saeteras para la defensa. Interiores con ambientes muy santuosos. La habitación típica tiene pórtico y es más ancha que profunda con alcobas laterales y gran alberca ante el pórtico. Otro tipo de vivienda es con un patio tipo "crucero" y viviendas a los lados. El agua es de suma importancia. Las torres son transitables y están en relación con los castillos cristianos. Usan distintos tipos de arcos; herradura, angrelados, apuntados, de mucarnas, tipo pantalla, son formas tradicionales pero enriquecidas con elementos decorativos. La columna es más personal, de canon alargado, fuste liso con plinto, escocia y anillos decorativos. Capiteles variados y ricos derivados de los clásicos. Los más antiguos derivan del de pencas cordobés, y posteriormente se variarán con capitel de orejas, de mucarnas o de cintas.
Una de las mayores riquezas de la Alhambra es la multitud de inscripciones que tiene, es un verdadero libro en piedra que no solo tiene fases laudatorias de Allah o del sultán, sino poemas que explican la construcción de los distintos palacios. También son muy ricos los diferentes techos de madera con representaciones astronómicas o decorados con mucarnas, presencia de cerámica con formas geométricas y epigráficas. Suelos de mármol blanco y abundantes yeserías decoradas. Presencia de celosías con formas geométricas entrelazadas.

Los distintos sultanes harán diferentes palacios y obras en el conjunto: Muhammad I trae agua por una acequia y construye la alcazaba. Muhammad II realiza el Generalife y un palacio fuero de la Alhambra, localizado en el posterior convento de Santos Domingo, también construye la Puerta del Vino en el conjunto palatino. Muhammad III hace el Palacio del Partal, la torre de las Damas y la mezquita. Ismahil I transforma el Generalife, construye el Mexuar y los baños. Con él se consolida el arte nazarí, llegando el momento de máximo esplendor con los dos siguientes sultanes. Yusuf I hace el Palacio de Comares, reforma el baño, levanta la puerta de Armas, la puerta de los Siete Sellos y la puerta de la Justicia, y realiza la Madraza frente a la Mezquita mayor. Muhammad V termina el palacio de Comares, levanta el palacio de Leones y hace la Puerta Dorada en conmemoración de la batalla de Algeciras, que será el momento de máximo esplendor de los nazaritas.


La Alhambra esta emplazada en la alta colina de la Sabica, en el margen izquierda del Darro y frente a la primitiva alcazaba ziri. De forma irregular, la construcion se adapta en terrazas, con una orientacion este-oeste, totalmente rodeada de murallas con albarranas y fosas. En realidad era una gran ciudad palatina con varios palacios y viviendas que van del siglo XIII al siglo XV. Cuando Muhammad I entre en Granada, se asienta en la alcazaba ziri, actual Albaicin. Pero pronto se translada en la Sabica, llamada dsde el siglo IX "la roja", esto es la Alhambra, por la piedra de tono rojizo. Se entra por zona esquinada desembocando a dos espacios, al sur la ciudad y al norte las caballerizas. Una calle conduciria a la ciudad, con la Torre de la Vela o de la Campana, en relacion con las sobrias construcciones argelinas. La torre del Homenaje es mas interesante al estar dividida en seis pisos, con una antigua vivienda para el califa en la zona superior. Entre las dos torres hay una ciudad para el ejercito.

El Generalife, construido por Muhammad II como finca de recreo frente a la Sabica, construida por una serie de palacios unificados por el agua, también encontramos un patio para jinetes con bancos. La torre de la Cautiva posee ese exterior sobrio por donde asoman unas ventanas geminadas anunciando un interior santuoso, con zócalos de azulejo y yeserías, suelos de mármol y cubiertas de madera. La Torre de Comares fue levantada por Yusuf I, sigue el esquema de la anterior, de planta cuadrangular y saletas abiertas en el muro, según las inscripciones esta era la sede del trono del citado sultán. A un lado conserva un oratorio. Lo más importante son las yeserías y la gran techumbre de madera, una bóveda esquifada con la simbología de los siete cielos.

Con Muhammad V se vivirá un furor constructivo en dos etapas: anterior a 1354, cuando es expulsado al norte de África y a partir de 1362 cuando vuelve a Granada triunfante. De su primera etapa destaca la Sala de las Dos Hermanas, un mirador cubierto con una cúpula de mucarnas y con la consabida decoración de yesería y azulejos. De su segunda etapa está el Palacio de Leones, quizás una especie de villa de recreo con salas para banquetes. El patio es tipo "crucero" con cuatro parterres y dos pabellones con pantallas de arcos de rica decoración. El agua se distribuía a través de la fuente de los leones con acequias que penetraban en las distintas estancias. Al norte está la citada Sala de las dos Hermanas, anterior al resto del palacio, al sur la sala de los Abencerrajes, con fuente, saletas laterales y bóveda de murcanas estrellada. Al oeste está la Sala de Mocárabes, con fuente y cubierta de mucarnas y al este la sala de los Reyes, un gran con saletas aisladas cubiertas con bóvedas de cuero pintadas según el gótico internacional con escenas de corte, raras en el mundo musulmán.

domingo, 13 de diciembre de 2009

-El auriga de Delfos-

El auriga de Delfos se trata de una de las pocas obras originales que hemos heredado del mundo griego en bronce. Formaba parte de un grupo dedicado a Apolo por el tirano Polyzalos de Gela, para conmemorar su victoria en una de las carreras de cuádrigas de Delfos. El carro, los caballos y el propio tirano desaparecieron, pero nos queda parte del cochero (aunque, otros dicen que se trata del tirano). Esta escultura está fundida en piezas separadas y soldadas posteriormente.
La materia es escultórica como ya hemos osbervado tiene una fundición en bronce. Mide 1,82 centímetros apróximadamente. Si utilizamos nuestro propio dedo y la cabeza del auriga como referencia, la escultura medirá unas ocho cabezas más o menos. Sus ojos son incrustaciones de vidrio, los labios están recubiertos por finas láminas de cobre que ofrecen un contraste con el resto de la cara. La diadema que sujeta el cabello del auriga también está recubierta por láminas de plata.En cuanto a la forma se trata de una figura de bulto redondo, de formas algo rígidas, de líneas verticales, horizontales y algunas curvas.

La imagen está aislada y su composición muestra un punto de vista frontal, con el brazo derecho estirado hasta la mitad y en la mano de ese brazo parece sostener lo que serían las riendas del carro de caballos. No se conserva el otro brazo pero suponemos que sería prácticamente simétrico y la imagen nos transmitiría la sensación del auriga conduciendo el carro de carreras. El cuerpo está frontalmente situado, tiene la cabeza ligeramente girada hacia la derecha y la mirada fija algo más abajo. El pie derecho está fijo en el suelo y mirando al frente, el otro está suavemente girado hacia el lado izquierdo.
La parte superior de la pieza está mucho más cuidada en su realización, con una sucesión de pliegues demasiado rectilíneos y paralelos, pero que demuestran la tendencia general al mayor dinamismo, pues están tratados con gran minuciosidad y alternan los ritmos verticales y horizontales, por el contrario la parte inferior está trabajada con menos detalle, porque originalmente estaría tapada por el propio carro de caballos.
El cabello corto y simple, se trabaja con naturalismo y con una diadema (plateada) sencilla. Su rostro sereno denota todavía una cierta inexpresividad arcaica, pero también preludia una belleza clásica, lejos ya del peinado y de las facciones de los kuroi. Aún con todo, la expresión sigue en ese marco de idealización, ahora más patente si cabe, al no existir conexión entre la acción real y la expresión. A pesar de ello, se trata de un semblante amable, transmisor de una sensación de calma y serenidad que está ya en la línea de armonía idealizada que caracteriza la escultura clásica.
La escultura fue descubierta en el año 1.896 en el santuario de Apolo de Delfos y en la actualidad lo encontramos en el museo arquitectónico de Delfos. El auriga de Delfos perteneció a un grupo del que solo se han conservado esta figura, fragmentos de un caballo y un pequeño esclavo que acompañaba al auriga en el carro aunque su exposición es individual.
Todas estás características realizadas por un autor desconocido nos dejan ver como eran los "jinetes" de la época griega. Las carreras de aurigas erán grandes pasatiempos para el pueblo y nos indica como era el ocio del pueblo griego.